Vianney Vázquez
15 de jun de 20202 min.
Definitivamente, para algunos no ha sido nada fácil adaptarnos al trabajo remoto, ya que no todos teníamos esta cultura, solo el 35% de las empresas en México tenía un plan para trabajar home office, el cual incluía políticas y seguridad en los endpoints (laptops). Trabajar desde casa no debe ser sinónimo de relajación y mucho menos en lo que se refiere a la ciberseguridad, como empleados, tendremos que estar atentos y ser precavidos.
Sistema Operativo: Mantener actualizados los sistemas operativos y las aplicaciones de computadoras, teléfonos y tablets.
Antivirus: Instalar y mantener actualizados los antivirus.
Seguridad de la red Wi-Fi: Asegurar que la red Wi-Fi cuente con contraseña y evitar la conexión a redes públicas.
Contraseñas: Cambiar contraseñas al menos cada 60 días, estas deben ser alfanuméricas de más de 8 dígitos con mayúsculas y minúsculas, no uses la misma contraseña para todos tus accesos, ni tu fecha de nacimiento y/o nombre.
Teleconferencias: Descargar, instalar y actualizar la aplicación desde la página web oficial o desde las tiendas oficiales de las Apps.
Mantén cubierta la cámara web cuando no la esté utilizando y bloquea tu máquina en los descansos.
VPN: Pregunta en tu trabajo si cuentan con VPN para que te den acceso, esta es una comunicación segura entre tu máquina y los documentos de tu trabajo.
Consulta la siguiente guía oficial: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/555226/Gui_a_de_Ciberseguridad_SCT_VF.pdf
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Establece horarios: Al estar en casa es más tentador levantarse tarde, o no seguir el horario que manteníamos cuando íbamos a la oficina. Es importante para ser productivo respetar tu rutina o establecer una: levantarse siempre a la misma hora, bañarse, arreglarse y desayunar y checar a la 9:00 am o según sea tu horario de entrada, aunque eso signifique solo prender tu máquina.
Dispón de un espacio fijo para trabajar en tu casa con todo lo que necesitas: así sea un pequeño lugar de tu comedor asegúrate que tenga buen alcance de WiFi, una silla rígida y que esté ventilado y bien iluminado. Es importante que mantengas ese espacio limpio y en orden.
Haz saber a los integrantes de tu familia que no estás disponible en el horario laboral: es necesario dejar claro cuál es tu horario de trabajo y que funciona igual que si estuvieras trabajando de manera presencial en tu empresa. Es sano al menos hacer una pausa cada hora para estirarte y levantarte, así como tomar agua para mantenerte hidratado.
Finaliza tu día laboral: Al estar en casa, puedes terminar extendiendo tu jornada laboral. Tan necesario como la disciplina para empezar el día de trabajo es tener la disciplina para terminarlo, o acabarás trabajando 12 horas o más sin darte cuenta, separa lo que es urgente de lo que no lo es y desconéctate.
Estar preparados nos permite adaptarnos a estos cambios a los que nos estamos enfrentando en estos días.
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