La pandemia por Covid-19 ha puesto de manifiesto la fragilidad de los sistemas de salud a nivel mundial y con la mudanza de operaciones hacia el teletrabajo, se ha vulnerado de forma mucho más incisiva a las empresas, pues son los empleados los más grandes vectores de ciberataques para las redes de TI.
México encabeza un listado de países con el porcentaje más elevado de ciberataques exitosos. De acuerdo a una encuesta realizada por CyberEdge, donde se analizaron los testimonios de profesionales en TI de 1,200 industrias con presencia mundial, de 19 sectores distintos, un 93.3% admitieron haber sido víctimas de algún ataque digital en México. A esta cifra le sigue España con el 88%, e Italia con el 86%. México se plantea como un blanco predilecto para los ataques, pues son pocas las compañías que tienen una planeación de Ciberseguridad y que destinan un presupuesto determinado para ello. A partir de eso y con el fin de establecer un marco de acción legal, el Senado de la República trabaja en una ley denominada Ley de Ciberseguridad, que contempla no solo el fortalecimiento de la infraestructura digital del país, sino perseguir y castigar a los responsables de los atentados. De acuerdo a Miguel Ángel Mancera, principal promotor de esta iniciativa, "En México […] se registraron 9.54 ciberataques por segundo, es decir, 572 ataques por minuto, más de 13.7 millones cada día. [Esto se debe] en buena medida a que carecemos de un marco jurídico robusto para perseguir este crimen y sobre todo de una Estrategia Nacional de Ciberseguridad".
La propuesta de ley que se prepara para discutirse en el pleno, plantea hasta 15 años de pena y una multa que oscila entre los 86,000 y los 260,000 pesos a quien “vulnere, inhabilite, robe, intervenga, destruya o afecte infraestructura informática crítica”, la iniciativa también contempla penalizar la suplantación de identidad (phishing) y la modificación, copia no autorizada y/o destrucción de información sensible.
México: número uno en ciberataques a empresas a nivel mundial.
Un factor a considerar, dada la incidencia del trabajo remoto y la llamada nueva normalidad, es que las infecciones por malware han estado de manera constante a la alta desde el inicio de la pandemia, a principios del Q1 del 2020, con respecto al último trimestre del año pasado. El mantenimiento y progresión de esta tendencia, marcan al 2020 como un año especialmente alarmante en cuanto a la incidencia de ciberataques exitosos. Es por ello que esta iniciativa apunta a que el gobierno está volviéndose consciente del desbalance económico que una falta de confianza en el bienestar digital implica.
El marco legal propuesto plantea normativas para regir la protección de datos y así proteger tanto a los clientes como a los inversores nacionales y extranjeros, fungiendo como un candado en caso de vulneraciones.
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